domingo, 25 de noviembre de 2007

CALIMERO IRURZUN



He pensado que todavía vas a tener que esperar un poco, Patxi. Para que te cuente lo de la foto, digo. Esa que me has mangado y has puesto en la solapa de tu libro. Sí, voy a empezar a contar la historia desde el principio, cómo me metí en el porno y todo eso. Bueno, desde el principio o como me salga, tampoco me voy a poner barreras. Pero esa será luego.
Antes quería decir una cosa. Bueno dos. Una: el otro día te oí en Radio Euskadi y, bueno, ahí estuviste un poco mejor, alguna que otra gracia preparada, que si La polla más grande del mundo no es una autobiografía, etc. Pero, tío, yo todavía no he visto tus libros en ninguna tienda.
¿Nos estás tomando el pelo o te lo están tomando a ti?
Igual es como en el show de Truman, te están haciendo creer que has publicado una obra y todo es una película que se han montado para descojonarse de ti. Entre eso y este blog te vas a a volver majara. Te mandan 25 libros a ti, tú avisas a los periodistas, alguno pica el anzuelo, publica la noticia, y ya está creado un mundo virtual, tú eres escritor pero tu libro es un fantasma.
Y otra consideración más: va y pones un título escandaloso para llamar la atención y resulta que a los medios les corta decir polla (no había más que oír al locutor el otro día, ¿qué dijo, la hembra de un pollo?) y prefieren no sacarte y no se entera nadie, nadie te compra, nadie te lee.... Eres más desgraciado que Calimero, tronco. Los del Diablo de Navarra, por ejemplo, dudo mucho que con lo meapilas que son vayan a editar un triste breve. Pero bueno, lo peor son los demás, los del GARA, tan progres ellos, que muchos de los cuentos los publicaste en sus páginas, ¿qué le has hecho, has condenado la violencia, te has afiliado al partido del Savater, qué? Y en ADN, que te tienen en nómina, ¿no te echan una mano?
Bueno, de todos modos ya aburres un poco, Patxi, así que la siguiente vez que escriba algo será para hablar de mí, a ver si de una vez consigo que despegue este blog. Un poquito de porno no le vendrá mal.

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