martes, 23 de diciembre de 2008

LACHA

martes, 16 de diciembre de 2008

Qué pesado eres, hijo.

Y otro libro más, como te coja una tribu esa del amazonas te hacen el holocausto caníbal, por devastador, y total para nada, para amontonar cajas en tu trastero. Has tenido suerte, Patxi, que me pillas navideño y voy a hacerte el favor de subir la publicidad de tu nuva mierda encuadernada, a ver si alguien se apiada de ti en estas fechas tan entrañables


Ajuste de cuentos es una recopilación de cuentos publicados y desperdigados en diferentes publicaciones entre 1991 y 2001: las míticas revistas El Europeo y El Canto de la Tripulación, periódicos como La Jornada (México) o populares fanzines como Monográfico o Vinalia Trippers

El libro se divide en cuatro grandes bloques: cuentos de amor (propio); cuentos de curriquis; cuentos punkis; y cuentos antimonárquicos.

Cada uno de ellos viene acompañados de un pequeño dibujo de Kalvellido, casi un exlibris, y hay un prólogo escrito por Kutxi Romero (Marea) y un epílogo de El Drogas (Barricada).

Entre medio, Patxi Irurzun en estado puro: 13 cuentos corrosivos, descacharrantes, tiernos, combativos...

Por 9 euros ¿qué mas se puede pedir?

"Si la literatura fuera un circo (en cierto modo lo es), estoy completamente seguro de que el Patxi sería el tragasables"

Kutxi Romero.

"Escribir es como meterse debajo de la mesa y ver los secretos de los demás mientras se ponen colorados de comer y beber y entreabren las piernas sin ningún pudor. Así, Patxi Irurzun se sumerge en la tristeza del perdedor, que no es tristeza por perder sino la soledad del que sabe que nunca tendrá respuestas a sus preguntas más vitales. Ni siquiera en el culo de una botella"

Enrique Villarreal, El Drogas.


Ajuste de cuentos. Patxi Irurzun. 2008
Editorial Eclipsados (Zaragoza)
163 páginas
9 euros
Comprar

sábado, 6 de diciembre de 2008

jueves, 4 de diciembre de 2008

Polla fuerte



Vaya, vaya, pues les ha dado fuerte a los spaguetti con el Patxi Irurzun este de los cojones, supongo que al susodicho leyendo este tipo de cosas se la pondrá más gorda que si Valeria Marini, aquí en la foto, le pusiera ese culo neumático en pompa, bueno, eso si se levanta (vale, quizás me corroe la envidia, tendré que escribir pronto un capítulo nuevo de mis memorias, antes de dos días lo tenéis ahí). Pero para que se vea que soy un caballero, ahí va lo que dicen en el Club de Lectura de Génova sobre Patxi y sus cuentos:

Patxi Irurzun ha pegado fuerte

¡Hola!

Sábado passado, como dicho, hemos leído unos cuentos de Patxi Irurzun y con mucho gusto tengo que testimoniar que han impresionado y provocado mismo los 19 participantes presentes, 10 mujeres y 9 hombres, sea por su estilo sea por los contenidos (las pajas por la tia Mertxe, por ejemplo).

Entonces, ¡todo el mundo puede ver como escogemos siempre autores interesantes para todos los paladares!

¡Hasta el sábado 13 cuando vamos tomar vino y algo más para celebrar el Natal a nuestra manera!

Roberto

http://blog.libero.it/GrupodeLectura/

jueves, 27 de noviembre de 2008

Pacci Irurzunni



Si no fuera por ellas, por Sofia, por Gina, por la Cucinotta, por esos pedazo de mujeres bambola que te convierten el forro de los cojones en mármol de Carranza, estos italianos no tienen perdón de Dios. ¿Pues no van ahora y, en un Club de lectura de Génova, organizan una sesión dedicada a los cuentos de Patxi Irurzun y su impresentable libro La polla más grande del mundo? Será que eso de lo de ser spagnolo (o vasco, no sé qué pensarán ellos -ni él-) da glamour, si no ¿de qué?
En fin, Patxi, a ver si tienes suerte y en Italia siguen traduciéndote y leyéndote, más que nada para que te lleven de aquí y nos dejes un rato tranquilos. Ala, a jugar a pala.

http://blog.libero.it/GrupodeLectura/

martes, 18 de noviembre de 2008

sábado, 1 de noviembre de 2008

París bien vale una picha

miércoles, 15 de octubre de 2008

SEXO PIRATA


Después de varias mensajes amenazantes de organizaciones ultracatólicas, misteriosos sindicatos de barrenderos y zombis chinos, La polla más grande del mundo vuelve a erguirse y continúa narrando las andanzas de Dick Grande, el legendario actor de cine porno (amateur) ahora dispuesto a buscar debajo de los adoquines de París la playa y sobre ella unas cuantas tías buenas en tangas con calaveras.

sábado, 9 de agosto de 2008

Pajas con alhajas



Jodido chino. Ni muerto me vas a dejar vivir en paz. Bueno, lo de la embajada tampoco me da mucho miedo, bastante tienen los chinos con las olimpiadas y la caña que le están dando por todos los lados, por lo general los mismos que después se llevan sus empresas a aquel país, porque les sale más barato, yo de economía y política no entiendo mucho, pero toda esto me parece muy raro. ¿Y desde cuando los chinos ponen esquelas?
Lo que de verdad me acojona es lo de las ultras esas, las feministas católicas, la liga antiporno, las pajilleras de Dios, como quiera que se llamen. Yo ya las tengo muy caladas, una de las cinco que se han puesto en huelga de hambre (por cierto, la lleváis clara si pensáis que yo voy a mover un dedo, si la palmáis me hacéis un favor a mí y al mundo libre, el de los que no reprimen a monjes tibetanos, ni encarcelan presos de conciencia, ni tiran japos al suelo...; y además lo de la huelga dehambre no se lo traga nadie, ahí arriba estais en la foto, tomándoos unas birras y unas olivas), pues lo que decía que una de ellas me apuesto mi bien más preciado, o sea mi polla, a que es Pura Arana la misma que escribió esta carta al director, que aparece en el libro de, casualidades de la vida, Patxi Irurzun, La polla más grande del mundo. Sin más, me despido con un clásico, muy bien traído para la ocasión: ¡a cascarla!


CARTAS AL DIRECTOR: PAJAS CON ALHAJAS


Estimados amigos: disculpen si a lo largo de esta carta no guardo las formas -comenzando por el título- pero ¡ESTOY INDIGNADA! Juan Pablo II lo profetizó: la televisión es el Anticristo. Y bodrios como el que nos ocupa, “Crónicas Saturninas”, foro abierto a todo tipo de pervertidos, se encargan de hacer el verbo carne.
La semana pasada este “programa” recibió la visita de varios monstruos a los que en lugar de un plató debería echárseles de comer en un zoológico:
-un autodenominado “supermán sexual”, donjuán de rebajas en realidad, al que una heroica en estos días doncella puso en su sitio —a qué extremos hemos llegado que una virgen es exhibida como una rareza—. Estableciendo una comparación acorde al “programa” -algo más sutil en realidad, llegar a sus extremos de grosería es imposible- cada una de las violentas embestidas de este sátiro fue repelida por un compacto, marmóreo himen, forjado con años y años de sufrida castidad.
-una oronda ama de casa que ha amasado su celulitis y sus nalgas derrumbadas a base de yogures engullidos en la entrepierna de su vicioso marido, amén de pagar el aburrimiento de su vida vacía, desalmada, con, supongo, infinitas gorroneas y herpes adquiridas en baños de estaciones, trenes y otros tan sórdidos como peregrinos lugares en los que se abandonó al fornicio.
-y por último, y ahí quería llegar, un Priapo apologista -”apolojeta”, diría yo- de las diversas y degeneradas variantes del pecado de Onán, esto es el onanismo, derramar en tierra, en una palabra, o sea, en dos, cascarse pajas, tal y como él lo calificó, y de ahí el estridente título con el que he encabezado esta carta.
"Pajas con alhajas" era su particular aportación a este supermercado de la aberración y la proeza consistía en travestir la mano pecadora con joyas, dejar crecer incluso las uñas y pintarlas -súmese, pues, además el descarrío de la inversión-...
Imagínense a este Leviatán de provincias depilando su manaza picoteada por la viruela, los callos del nefando y solitario vicio, cubriendo con esmalte de color sangre sus uñas salpicadas por la metralla de miles de disparos de esperma; imagínenlo rodeando con los cinco dedos su impúdicamente enhiesto falo, conteniendo con un apretón el pálpito de sus venas, henchidas por una demoniaca posesión, retirando delicadamente su repugnante prepucio y descubriendo un glande purpúreo, sacrílegamente semejante al manto de un cardenal; imaginen el receptáculo de su mano acariciando ese trozo de carne que algún día será pasto de gusanos, primero despacio, revolcándose en su propia inmundicia, convirtiéndolo después en un mondongo rosado, arriba y abajo, arriba y abajo, en el que sólo se distinguen los deslucidos destellos de la bisutería con que se ha adornado para la ocasión; imagínense por último apurando el cáliz hasta la hez, abombado su cuerpo por la depravación, acelerando sus repulsivos movimientos y finalmente exorcizando los mil demonios que se apoderan de su cuerpo en una convulsión tras la que brota un litro, espeso y nacarado, de semen desperdiciado: sangre de ángeles.
¿Son capaces? Yo, personalmente, no, no puedo imaginar tamaña abyección. Sin embargo, y retomando la profecía que hiciera su santidad y servidora mencionara al inicio de esta carta, que ya finalizo, la televisión es, efectivamente el Anticristo, sus tentáculos son legión, hábilmente disfrazados, y el objeto de esta carta no es otro que alertar a las mentes calenturientas.

Pura Arana (Asociación televidentes de Cristo Rey)

jueves, 7 de agosto de 2008

SEXO BASURA

martes, 5 de agosto de 2008

LAS CORRIDAS DE PAMPLONA




Puto chino de mierda, espero que no hayas cumplido tus amenazas y la polla heterosexual de Pepepe siga en su sitio, y no enchufada en la oreja que ya le cortaste, maldito extorsionador. Aquí va el relato que pedías como rescate. Solo te digo una cosa, trabajando contra presión rindo menos, así que si lo que tú buscas es meneártela mientras lees mis aventuras, déjame crear en libertad. ¡Libertad creativa!

viernes, 25 de julio de 2008

LO SIENTO CHINO, PERO ERES PICHICORTO




A mí no me gusta nada chulear, no soy como otros, como Patxi Irurzun (no olvidemos nunca que este blog se escribe para librar a la humanidad de la literatura infame de ese acomplejado que intenta demostrar que la tiene más larga que yo ), y si escribo aquí de vez en cuando mis andanzas en el mundo del porno es para que de vez en cuando os distraigáis haciéndoos una manolas. Pero lo cierto es que cada día recibo entre 200 y 300 visitas. Tampoco soy gilipollas, llevo ya mucho tiempo en este mundillo de las guarreridas, y sé que la mayoría entran en la página para mirar las fotos o tras teclear polla en el gogle, pero también hay unos cuantos a los que se les pone bien dura leer cómo enculo a la walikiria o mi negraza me chupa el nabo como si se estuviera comiendo un calipo. Algunos incluso dejan comentarios, como Kapuyito de alhelí, una perturbada de Fuengirola que está convencida de que se acostó conmigo una vez, será en otra vida, da igual, parece buena gente y a veces me manda a mi correo personal unos dibujos que si pones que los ha firmado Picasso cuela, como hay dios que cuela; yo la verdad es que a veces ni miro los comentarios, me limito a echar mis ñordas al blog y me da igual si otros se ponen a olisquearlas, allá ellos, pero un día, Pepepe , un amigo que tengo y que es de puta madre, me dijo que había un chino yonki de esta página, y yo me puse a mirar y en efecto, había dejado un huevo de comentarios, lo malo es que no se entendía nada, porque estaban escritos en mandarín y yo me lié a borrarlos, porque una cosa es que yo sea algo dejado con el blog y otra que me lo pongan hecho un asco... Hasta ahí todo normal, pero al cabo de unos días resulta que llaman al timbre, dindon, y apararece una flor de loto, un chino algo amanerado, con un clavel en la boca, joder cómo andan los chinos, ya no saben cómo ingeniarselas para que les dejes una propina, me digo, y me pongo a cerrar, no, el arroz tres delicias será para otro, pero el chino me mete el pie en la puerta, y cuando se lo pillo en vez de un ¡ay! de su boquita de piñón sale un ¡Dick Grande!, y empieza a hablar como si fuera de Cuenca, soy tu fan número uno, espero cada una de las entradas del blog como agua de mayo, me pongo berraco perdido, tenía muchas ganas de conocerte, no me preguntes cómo he te he encontrado, lo único que quiero es hablar un poco contigo, y que me digas algo, ¿tú crees que yo puedo ser una estrella del porno como tú? (bueno, como tú, no, no se si te has dado cuenta de que a mi me gustan los hombres, y lo que quiero triunfar en el cine gay, seguro que tú conoces a alguien que puede enchufármela, uy digo enchufarme) , me dice el chino, y ni corto ni perezoso se baja los pantalones y se queda en pelotas, hostia, pienso yo, pero si tiene tres huevos, pero rápidamente me doy cuenta de que también le falta la polla, ah, no, joder, es que eso del medio ¡es la polla!. Así que antes de que la cosa vaya a más, le digo, anda lárgate de aquí, Fumanchú, con esa picha no vas a ninguna parte, y él, no puedes hacerme esto, Dick, te amo, puede que yo esté loco, pero loco de amor por tí, y quiero que me ajustes los tornillos con tu blakandeker, aunque sea solo una vez, no ves lo que me has hecho, ¿no has leido mis mensajes?, los escribo así porque cada vez que pienso en ti se me va la olla, me salen signos raros, me has vuelto completamente majareta, y hasta que no me metas tu pollón por el culo y me salga por la boca, no voy a vocalizar correctamente...
-¡Que te vayas a tomar por culo de aquí, hombre!- le corto yo finalmente, vale que sea fan mío, pero no tengo porque aguantar a ningún pesado, si he aprenddido algo a lo largo de mi vida es que hay que evitar a la gente que te hace perder el tiempo, se puede ser de todo menos pelma, que decía el otro, y yo ya estoy hasta los cojones de que en los bares se me peguen todos los tíos raros...
El caso es que finalmente le estampé la puerta al chino y me olvidé de él. Pero unas semanas después, Pepepe me escribe diciéndome que a ver que le he hecho al pobre chino, que no sabe como pero se se ha enterado de que soy colega suyo y se le ha metido de okupa en el piso, y le quita el ordenador, vuelve a escribirme mensajes desde él, y como yo no le contesto, ha amenazado con suicidarse, de momento solo se encierra en el baño a llorar y se bebe los botes de champú, y Pepepe que es una bella persona dice que eso lo puede aguantar, es muy gracioso ver salir burbujitas de su boca cada vez que habla, y además cocina una ternera con bambú para chuparse los dedos, pero que como no haga algo el chino cualquier día de estos hace una locura, se agujerea el pito con la taladradora, y además, que Pepepe está ya cansado de dormir con un tapón en el culo, el chino tendrá la picha corta, pero es mu fogoso y ha intentado ya abusar de él varias veces.
Pues óyeme, Pepepe, y tú también Fumanchú, yo lo siento mucho, pero no puedo ayudarte, serás muy fan mío, pero eres pichicorto y en el mundo del porno eso no se perdona, no se si es justo o no, da igual, eso es lo de menos, lo que ya no te perdono es que eres más canso que un cuto en brazos. O sea, que no vuelvas a dejarme uno de tus putos mensajes cifrados, porque entonces voy a ser yo el que va a matarte, voy a ir a buscarte a casa de Pepepe, que es un santo y no tiene culpa de nada, y te voy a sacar de ahí a patadas en el culo, igual hasta te gusta, cabrón.

domingo, 20 de julio de 2008

Una walkiria en bolas en el balcón

Siete de julio, San Patxín


Pero, Patxi, hombre, a qué punto vas a llegar, regalando tus libros a cambio de una reseña, una columnita... Y lo de la entrevista del otro día en Radio Euskadi, media hora para ti solito en el Grafitti, se ve que todo el mundo está de vacaciones, porque si no, no lo entiendo. Bueno, ahí va el artículo de Barrueco. Lo mejor lo de los efluvios de las páginas que desprenden tus libros. Muy bueno, Barrueco, yo no lo podría haber descrito mejor.

Siete de julio. José Ángel Barrueco

Siete de julio, San Fermín. El día grande de las más grandes fiestas de Navarra y de las más populares del mundo. Reconozco que nunca he estado en Pamplona, al menos que yo recuerde (los viajes que uno hace de niño no suelen contar, porque la memoria los aleja en seguida). Todo lo que sé de los encierros y las fiestas se debe a la retransmisión televisiva de los Sanfermines, que a veces vi por insistencia de mi familia, en los viejos tiempos, cuando querían mostrarme algún personaje habitual de las carreras o una cogida grave o una de esas caídas multitudinarias que suelen provocar los guiris beodos y rojos como cangrejos. Porque ni siquiera he leído la “Fiesta” de Ernest Hemingway, aunque la tengo en mi biblioteca y cualquier día de estos la leeré. También sé algo de los Sanfermines por una película mala y muy polémica y célebre en su día: “La trastienda”. Yo la veía porque, entonces, María José Cantudo protagonizaba unos despelotes polémicos que, sin embargo, vistos hoy, parecen de Walt Disney: se ven desnudos más atrevidos en algunos telefilmes de sobremesa de Antena Tres. Pero, como suele decirse, eran otros tiempos. Veías “La trastienda” para cazar seno y, al final, de lo único que disfrutabas era de la parranda que retrata la película, supongo que fielmente. Tíos borrachos, bailes y parrandas, muchedumbre con ganas de juerga, chicas descocadas. Y recuerdo el encierro que aparece en “Cowboys de ciudad”, hecho a la manera de la comedia hollywoodiense: divertido, pero nada realista.
No sé si algún año iré a estas fiestas. Me atraen, pero no me seduce la presencia de los morlacos. Mientras tanto, me he divertido leyendo un libro de relatos de alguien que es natural de Pamplona y que, además, conoce bien la tradición. Unos meses atrás estaba con Patxi Irurzun, que es el autor de dicho libro, y me regaló un ejemplar de sus “Cuentos sanfermineros”. Tomábamos algo en un bareto y también estaban presentes el escritor Vicente Muñoz Álvarez y un periodista. Patxi me acababa de dar el libro y se lo mostré al periodista, quien se puso a hojearlo. Luego dijo que se tenía que marchar y yo fui a la barra a pagar. Cuando volví a la mesa sucedió lo que me había olido: el reportero se había llevado mi libro. Pero Patxi, hombre precavido, guardaba un as en la manga. Es decir, que le quedaba otro ejemplar y me lo dio.
Lo primero que desata la carcajada es la fotografía de Irurzun en una de las solapas interiores. Lo conozcas o no, sabes inmediatamente que es un cachondo. En esa imagen como de fotomatón, Patxi aparece con una sonrisa de golfo y cierto cansancio en la mirada, como si estuviera mamándose en una tasca y lo hubiesen interrumpido para hacerle la fotografía. No se ha afeitado, luce barba de varios días. El cabello parece húmedo, quizá porque antes lo acaban de bautizar con champán. Y al cuello lleva anudado el pañuelo rojo. “Cuentos sanfermineros” abarca trece historias, casi todas publicadas en prensa. En ellas despunta la sorna característica de Patxi. A través de estos relatos sabemos un poco más de los Sanfermines. Está la guiri borracha de “Leaving Iruña”, que va allí a matarse bebiendo (parodia de “Leaving Las Vegas”). Está el pijo que ve las depravaciones de la fiesta como un infierno. Está el nieto que, una vez muerto su abuelo, decide pasear su cadáver en silla de ruedas por los lugares emblemáticos. Está la chica que empalma el curre con la juerga. Patxi, además, lo cuenta con un humor especial y con una prosa anclada en el realismo sucio que hace que olamos la cerveza, los orines, la sangría, las vomitonas, el sudor, los condumios de los bares, igual que si salieran sus efluvios desde las páginas.

sábado, 12 de julio de 2008

HACIENDO DEDO

lunes, 2 de junio de 2008

Patxi multimillonario


Qué graciosos, estos chilenos. Sáquese la polla y haga feliz a su familia. Para los mal pensados, la polla es el nombre de la lotería por aquellas latitudes del mundo. Y en consecuencia La polla más grande del mundo convierte a Patxi en un hombre con una gran fortuna. De ilusiones (y libros malos) también se vive.

Guerrilla guarrilla




Pero, Patxi, hombre, no te da vergüenza, ir engüarrando las paredes de los baños para hacerle una publicidad tan chabacana a tu libro (bueno, tú igual le llamas marketing de guerrilla, me han dicho que te vieron por el festival El Sol de publicidad, que modenno, chico...)
También sé que mañana, día 3 de junio, a las 6 de la tarde, presentas La polla en la feria del libro de Pamplona. Le has echado un poco cara, porque en el programa no aparece, el que está anunciado es Resaca, pero bueno, tampoco me parece mal, si no, no vas a espabilar nunca, pasmarote, que eres un pasmarote...
Igual me paso por allí, o igual no, porque como no irá ni el tito, igual me desenmascaras, que eres tonto pero no ciego (Sí, hoy he tenido un mal día, y lo pago contigo, qué pasa, en realidad para eso abrí este blog).
Dicho lo cual, con esto y un bizcocho, ¿hasta mañana a las seis?

domingo, 25 de mayo de 2008

Patxi, me la pones dura




Uy uy uy... Me despisto un poco y nuestro amiguito Patxi se hace famoso. El EP3 (esa cosa pija que publica El País los viernes ¡y a doble página!), el XL Semanal, El Cultural de El Mundo, el Diario Vasco, Gara... Claro, que no es por méritos propios, o al menos solo por sus méritos, sino porque se ha acompañado de 37 tipos y tipas que entre todos arman mucho ruido, hijos de satanás, se hacen llamar (uy que miedo, y que malos son, que transgresores, beben Jack Daniels en las presentaciones de su libro, leen a Bukowski, son undergrounds, están con los perdedores... podéis verles haciendo el mono en http://hankover.blogspot.com, y también la reseñas en prensa, algunas fotos en las que se ve al cándido de Patxi -que por cierto, mira si tiene poco carisma, que aunque es uno de los dos organizadores del cotarro, si os dais cuenta casi nunca nadie habla de él, ni le hace la pelota, yo creo que se callan por no darle un disgusto, al decirle que es un sinsorgo y un destalentado, o simplemente porque ni notan que está ahí). El caso es que mientras Patxi y sus mariachis seguían on the road con sus cuentitos pajeros, yo me he pegado un mes fuera, haciendo lo que a ellos les hubiera apetecido de verdad: follar como un león con unas cuantas tigresas, y que me paguen por ello. Sí, he rodado unas cuantas peliculitas guarras, he vuelto al negocio, mal pagado y en plan friki (creo que las escenas que he rodado son para teléfonos móviles, querían a barrigones haciéndoselo con dieciochoañeras) me la suda, el caso es que durante este tiempo he estado fuera y no he podido subir nada a este blog. A ver si me aplico y, ahora que se acercan los sanfermines, os cuento lo de la segunda peli de mi carrera, que rodé en plenas fiestas. Mientras tanto os la podeis menear bien a gusto con la novela que os pongo arriba, que te la pone como una estaca, y no solo por esa portada neumática.

miércoles, 30 de abril de 2008

DE RODILLAS POR DETRÁS



Hace ya muuuuuchos días que no subo ninguna marranada al blog, que no reanudo el relato de mis inicios como estrella del porno amateur. Ando bastante perro, es cierto, pero por suerte tenemos San Google y trasteando he encontrado este cuentecillo porno que Patxi, nuestra obsesión, publicó hace años en una revista para adultos llamada Vinalia Trippers, con ilustraciones de Cusco (sin duda, lo mejor del relato)


DE RODILLAS POR DETRÁS

-Mi novio dice que un tío no puede ser amigo de una tía hasta que no ha follado con ella ¿qué te parece?- dijo Ana.
Estaba junto al tocadiscos, pinchando uno de "Burning". Yo, sentado a la mesa en la que habíamos cenado, fumaba el canuto que me había pasado haca un momento. Igual por eso no entendí que pretenda con aquellas palabras, si se trataba solo de un comentario o había en ellas una invitación. Tampoco. El canuto no tenía demasiado que ver. Nunca entendía lo que Ana quería decir.
La había conocido hacía un par de años, a través de la sección de contactos de la revista porno en la que yo escriba, y aunque de esa manera, por carta, éramos capaces de decirnos las cosas más íntimas cuando estábamos juntos no dábamos pie con bola. Habíamos tenido media docena de citas y todas habían sido un desastre. Ella sabía que yo escribía aquellos relatos y por eso intentaba siempre hablarme de cosas profundas e inteligentes, como si no fuera evidente que lo único que yo pretendía con mis cuentos era, además de ganar algunas pesetas, hacer saber que tenía una polla enorme y de esa manera ligar un poco. Sin embargo desde que echaban programas sobre sexo en la tele los mitos estaban muy devaluados y yo no me comía una rosca. Por eso, cuando vi el anuncio de Ana en la revista, no me lo pensé y decidí escribirle.
"Pesimista incorregible busca alma gemela con quien mantener correspondencia y dar por culo... al mundo", decía ella, pero yo suponía que en una revista como aquella lo que en el fondo buscaba era follar, igual que todos los demás. Los demás, no obstante, sus anuncios, resultaban demasiado explícitos y me intimidaban. En el fondo yo era un reprimido que me pasaba todo el día machacándomela como un macaco, tirándome a las mujeres de papel con las que compartía vecindad en la revista y escribiendo después esas fantasías para volver a machacármela, así que las cartas me parecieron un buen sistema para vencer mi timidez. Fue un error. Siempre se me ha dado bien escribir pero mi polla en realidad no es tan enorme como en los cuentos. Del mismo modo el tipo que yo pintaba en las cartas era sensible, inteligente, divertido... un primor, vamos, de manera que Ana acabó idolatrándolo. Después, cuando estábamos juntos y ella me decía todas aquellas cosas tan raras aquel tipo resultaba en realidad un gilipollas que sonreía bobaliconamente y no sabía que contestar. Ana entonces pensaba que había hecho algo mal y decidía largarse a casa muy triste. Y por otra parte desde el primer día en que me vio no pareció mostrar ningún interés físico por mí. Siempre andaba "mi novio dice esto, mi novio dice lo otro", lo cual me jodía bastante, pues Ana estaba muy buena y yo era incapaz de pensar en ella con otra cosa que no fuera el pito. Sin embargo al cabo de un tiempo sus cartas, su devoción por mí y mis relatos y aquel interés desmedido por agradarme acabaron logrando que ese afecto fuera correspondido. El problema era que por mucho que nos esforzáramos nunca daábamos con la clave que nos hiciera conectar.
Aquella tarde, por ejemplo, habíamos cenado en su casa y todo había vuelto a ser desastroso. Afortunadamente nos encontrábamos ya en el café, la copa y el porro y pronto volveríamos a escapar el uno del otro, de nuestra incómoda falta de sintonía.
Era verano y todavía no había anochecido. Cuando Ana acabó de poner el disco se acercó a un sillón que había junto a un ventanal y, dándome las espalda, se arrodilló sobre él y contempló el cielo, un crisol de tonos naranjas y violáceos en el que poco a poco el sol se iba hundiendo, difuminando. Yo seguí fumando el canuto en la mesa.

"De rodillas por detrás,
es como te gusta más,
de rodillas frente a ti,
es como me gusta a mí"

tarareaba Ana, y meneaba su culo al compás de la música. Empecé a ponerme malo, por eso y por el hachís, al que en realidad no estaba acostumbrado. De repente sentí uno de esos arrebatos de valor que de vez en cuando todos tenemos, como si nos inflara el cuerpo por dentro, me levanté y me dirigí hacia ella. Ana no me oyó, así que cuando me acerqué, retiré su pelo y la besé en el cuello, la pillé por sorpresa. Pero no le dí tiempo a pensar, ni a ella ni a mismo. Rodée su cintura con mis brazos y pegué lentamente su cuerpo contra el mío, de modo que sintiera mi erección.
Sorprendentemente dio resultado. Ana me aceptó. Lo hizo saber apretándose contra mí, chupando los dedos de la mano con los que comencé a acariciarle la cara y echando la cabeza ligeramente hacia atrás. Yo introduje entonces mi lengua dentro de su oreja. Pude percibir en su cuello las palpitaciones de su corazón. A mí el mío se me había derramado entre las piernas y también lo hice latir allá abajo, contra su culo, que ella movía ahora lenta pero rítmicamente.
Deslicé las manos debajo de su camiseta. Mierda. Llevaba sujetador. Yo siempre he sido un tío de culos, las tetas no me ponen tan cachondo, así que las traté con menos delicadeza. Al principio las manoseé un poco, superficialmente. El tacto de la tela era suave, pero no por eso dejaba de ser tela, así que retiré el sujetador colocándolo por encima. Resultaba un tanto brusco e imagino que incómodo para Ana, pero ella no protestó. Seguía siendo su ídolo. Agarré pues sus tetas, cada una con una mano. Estaban calientes. Comencé a frotar los pezones con las palmas, hasta que se pusieron duros. Entonces los acaricié con las yemas de los dedos.
Ana, entretanto, había echado su mano al bulto en mi bragueta y después de sobarlo un poco intentó desabrocharla. Yo hice lo mismo. Mis manos descendieron por su estómago, se detuvieron un momento en el ombligo y después toparon con el pantalón. Ya no hacen pantalones con cremallera, así que optamos por desabotonar cada uno los nuestros. Una vez hecho metí la mano por debajo de su braga y me apreté otra vez, ahora con la polla desnuda, tiesa, dura, enorme, contra su culo.
El coño de Ana estaba húmedo. Yo busqué con el dedo el clítoris, pero llevaba demasiado tiempo sin estar con una tía y fue ella la que me tuve que guiar. Una vez allí lo acaricié, sentí que Ana se puso tensa, vibrante y que respiraba por la nariz. Yo lo hacía hasta por el último poro de mi piel.
Coloqué mi polla verticalmente, acoplada en la raja de su culo y la froté unas cuantas veces, arriba y abajo, arriba y abajo, hasta que sentí que la sangre se me agolpaba, que iba a reventar. Entonces agarré a Ana de la cintura, la hice girar lentamente y conseguí que se reclinara sobre el sillón. Después intenté penetrarla así, de rodillas por detrás. Todo el rato habíamos permanecido de esa manera, ella de espaldas a mí. A los dos nos resultaba más cómodo. Si nos hubiésemos visto las caras habríamos echado a correr, como en las demás citas. Nuevamente fue ella la que tuvo que guiar. Una vez que estuve dentro Ana apoyó la cabeza en un cojín y levantó las nalgas. Así yo estaba en la gloria. Entré y salí varias veces. No iba a aguantar. Me corrí. Vaya mierda. Y es que después de tanto tiempo era normal.
Me retiré un poco jodido, pero la languidez apenas duró un minuto. Ella había quedado tumbada boca abajo, con las piernas extendidas sobre mis rodillas. Seguimos sin hablar, ni siquiera para pedir el canuto, que humeaba volutas azules y retorcidas en el cenicero y comenzaba a oler a quemado y al que nos moríamos por pegarle unas caladas. De repente, a lo tonto, yo empecé a hacer remolinos en los pelos de su pubis, con una mano que había quedado aprisionada bajo las piernas, y más tarde a acariciarle. Ana volvió a respirar por la nariz. Supuse que aún no se había corrido, así que me arrodillé frente a ella, eché sus piernas sobre mis hombros y hundiendo la cabeza entre sus muslos empecé a trabajar con la lengua. Ella me acariciaba la nuca y marcaba el ritmo balanceando mi cabeza. Yo sentía calor, y un sabor salado en la boca, y también estaba cansado por la postura, pero a pesar de todo finalmente Ana tuvo una especie de sacudida, se retorció un poco en el sillón y relajó las piernas.
Me aparté y me senté junto a ella. Otro rato sin decir nada. Después nos dimos cuenta de las pintas que teníamos los dos, con los pantalones y la ropa interior en los tobillos y nos reimos. Ana señaló mi polla. Estaba morcillona pero algo mustia, ladeada. La agarró y jugueteó con ella. Luego recostó la cabeza entre mis muslos y empezó a chuparla. Primero de arriba a bajo, de abajo a arriba, a veces hasta le pegaba un viaje a un huevo. Más tarde, cuando se puso dura y se bamboleó, gigantesca, se la metió en la boca y le dió unos cuantos lametones al capullo. Volví a estar a tope. Ana entonces se retiró, me quitó las zapatillas, los pantalones, los calzoncillos, se desnudó ella también y se sentó sobre mí. Después volvimos a hacerlo, en esta ocasión más tranquilamente. Ana hasta recordó que tenía un condón y me lo puso. Bromeó al hacerlo, nos reimos. La miré. Ella me besó en la boca. Y de repente dimos con la clave, fue como si todo cuanto nos hubiésemos contado en las cartas lo hubiésemos hecho en realidad mirándonos a los ojos. Como si ella hubiera estado siempre allí. Incluso entendí lo que me había dicho hacía un rato, aquello de que un tío no puede ser amigo de una tía hasta que no ha follado con ella. Cuando separamos nuestros labios volví a mirarle.
-Me parece que tu novio tiene razón- le contesté, y después le pegué un buen meneo.
Fue el comienzo de una gran amistad.

Los chicles cosmos son la polla


Hacía días que la polla de Patxi no se levantaba ninguna reseña, foto, comentario... Y eso a pesar de la publicidad gratuita que le hacemos desde este antiblog. Por suerte (para él, nosotros solo damos fe con la absoluta frialdad del forense), desde la asociación cultural LUPI (La única puerta a la izquierda), vuelven a endurecer el ego del impostor con este comentario:

Los relatos breves terminan siendo una consecución de paisajes libres con conexión inconexa. Lo que quiero decir con esto es que para los lectores no dejan de ser meros pasajes sin importancia, pero para el escritor terminan prolongando sus recuerdos más vitales con una amalgama de fantasía incrustada en las sienes.

La polla más grande del mundo es un multitema, un compendio de sensaciones mezclados con recuerdos disfrazados de una no-autoría o una no-biografía autorizada. Es un ir y venir de relatos sin contemplaciones concretas. Una mezcla de los calificativos: ácido, agudo, solemne, simple…

Te esperas algo soez y te embadurna de recuerdos. Esperas algo oscuro y te sorprende con un esbozo de sonrisa al leer el relato: Ganar al ganador. Esperas algo complejo y te sorprende la puñetera sencillez en su estructura…. ACOJONANTE.

No hay que comentar mucho más. Sólo hay que leerlo…pero leerlo sin más. Cada uno sacará sus conclusiones y se quedará con el mejor sabor de boca que le pueda ofrecer uno de ellos.
En mi caso ha conseguido que me acuerde los puñeteros chicles Cosmos de color negro y que consiguiera tener una memoria sensorial para volver a recordar su olor.


Sin más. Sin pena ni gloria. Con soltura. Con agudeza. Con frescura. Con convinción. Sin miedo a no perder el hilo de los relatos inconexos. Con mucho gusto y con mucho respeto.

En mi caso con un gran placer de haberlo leído.

Reseña: Monica Iglesias Barrio

miércoles, 9 de abril de 2008

Un buen sandwich (de salchicha)



Todo un emparedado, le ha hecho a Patxi y sus amigotes de Resaca. Lo han metido entre pan y pan con el canalla de Sabina y Nawja, la de la voz sexi, para la presentación del libro homenaje al viejo indecente, Bukowski Igual se han creído que va en serio lo de que su salchicha es bien gorda (la polla más grande del mundo)...

domingo, 6 de abril de 2008

FRANCÉS


El título lo dice todo, otro apañito que le hacen al impostor. Copio y pego de la que se ha convertido en mi mejor fuente para seguir las andanzas de Patxi Irurzun. El blog, de Hank Over.


Si hay un escritor de periódicos independiente, ese es sin duda Jorge Nagore. En su columna de hoy de Diario de Noticias, menciona mi libro La polla más grande del mundo, y a mí se me suben los colores. Gracias, maestro. Patxi Irurzun


Francés (Jorge Nagore)


MI madre me regaló ayer la polla más grande del mundo, que es un libro de cuentos, en concreto de Patxi Irurzun, que es un escritor, en concreto de Pamplona, que es una ciudad, en concreto mediana, como la polla de casi todo el mundo, menos la de Patxi, que es la más grande del mundo y además con tapa dura. Aún no he empezado a degustarla, a pesar de que el Ayuntamiento de Pamplona recomendó ayer a sus ciudadanos que aprendamos el francés. Yo es que soy muy mío, y si tengo un libro empezado no abro otro, por mucho que sea de Patxi Irurzun, que escribe de fábula, a pesar de ser de Pamplona y no saber francés, o tal vez a causa de eso. Yo, amigos del Ayuntamiento, no voy a aprender francés, ya lo siento. Ustedes recomienden lo que quieran, pero yo de estudiar en el sentido estricto me quité hace años, al margen de que soy muy malo con los idiomas, sobre todo con los idiomas extranjeros. Todo lo que sé de inglés se lo debo a El Maestro y lo que sé de francés al Tour. No obstante, esto es un sindios, porque el gobierno de su partido apoya el modelo British y ustedes nos piden que aprendamos francés, con lo cual no sé con qué quedarme, lo que siempre suele llevar a quedarme como estoy, que tampoco está mal, porque estoy hecho un chaval, todo hay que decirlo. Yo es que soy de los que piensa que todo lo que sabías antes lo olvidas nada más entrar en la escuela, así que no les digo nada si encima lo que hay que estudiar es francés. Además, no sé quien se creen ustedes que son para recomendar a nadie que aprenda nada, es demasiado paternalista hacerlo, y les recuerdo que ustedes son el Ayuntamiento pero nada más, que a veces parece que se pierde la perspectiva. Ustedes dedíquense a lo que se tienen que dedicar que los demás ya estudiaremos lo que nos salga de la...

viernes, 4 de abril de 2008

FLOR DE ESPERMA

miércoles, 2 de abril de 2008

MÁS RESACA


Esta es la entrevista que le hicieron a Patxi Irurzun el domingo de resurrección en Diario de Noticias. Los redactores, que deben de ser unos santos o primos suyos, accedieron a publicarla (suupongo que se puso pelmica) pero lo hicieron muy inteligentemente un día que todo el mundo estaba metido en el coche, en la operación retorno, o atrapados por el temporal de nieve.
Este es el link:

http://www.noticiasdenavarra.com/ediciones/2008/03/23/mirarte/cultura/d23cul70.1198293.php

viernes, 21 de marzo de 2008

Perlas eyaculadas


Cuando salí de Cuba...el el pito se me caía a cachos, pero eso era lo que me permitía recordar que todo lo que había sucedido allá era real, no una cinta de vídeo guarra que había visto en casa un sábado por la noche después de chuparme un litro de clarete y fumarme un par de trompetas de hachís (mi plan habitual para los fines de semana, antes de hacer el viajecito al Caribe).
Ya en el avión, como subí ya algo perjudicado por culpa de los mojitos, me quedé frito apenas este despegó, y cuando desperté estaba empapado en sudor. Me levanté a duras penas y fui hasta el baño, a cambiarle de agua al canario, y este apareció despeluchado y dando el cantazo, con la cabeza llena de unos grumos blanquecinos.
-Ay, dios, lo que me faltaba, que me han pegado alguna mierda- pensé, y lo cierto es que durante toda la semana siguiente, ya en Pamplona, tuve fiebre, y me pasé los días en la cama, tiritando y tirándome unos pedos que olían a ropavieja y frijoles. Y por supuesto, pelándomela como un macaco, hasta convertir las sábanas en puro cartón.
De ese modo, poco a poco, mis recuerdos se fueron difuminando en medio de aquella niebla, y lo único que quedó, una vez que se pasó la tiritona, fue una especie de barniz lechoso que me cubría el glande y que despedía un olor agridulce en el que yo reconocía el de los jugos vaginales de Janis.
Decidí, por ello, no curarme la candidiasis (o lo que fuera aquello), y disparar con aquel cañón oxidado todas las noches una salva de esperma en su honor.
Por lo demás, volví a trabajar, una vez recuperado, y desde el primer día todo volvió ser como antes, la ciudad me tragó, me invisibilizó y me incorporó a su mecanismo, gris y apisonador, que reducía todo a la normalidad y el aburrimiento... Aquello era una de las cosas que me gustaba de ser barrendero, que podías ver toda la mierda que la ciudad escondía debajo de la alfombra: las parejas jóvenes, retirándose al amanecer de los parques después de haberse pegado el lote o como mucho haberse pajeado mutuamente (echar un polvo exigía un recorrido mucho más largo, meses y meses de noviazgo, antes de una escapadita al camping de Zarauz o un apartamento alquilado a escondidas en Salou); los cachorros de los peteuves (pamploneses de toda la vida), saliendo cocidos de los bares pijos , rompiendo vasos de cubatas contra las paredes y abrazados a un travelo; sus padres, bajando poco después a comprar el Diario de Navarra para leer en él que los punkis, los macarras, "los de siempre", se meaban en los cajeros del casco viejo -si no les daba por quemarlos- o le habían gritado puta y leprosa a la Virgen en una procesión; los guardaespaldas, paseándose con la riñonera en la que maldisimulaban su pipa delante de los portales de algún político...
Todo seguía igual, lo único que había cambiado era que ahora en uno de aquellos portales, en el que yo solía hacer un alto para echarme un cigarrico con el portero -un compañero de los escolapios- a este lo había sustituido una chica que me ponía a cien, cada mañana, cuando pasaba a su lado, y la veía fregar los escalones de entrada, meneando un culo como un flan de gelatina o enseñándome el escote, en el que dos tetas cabrunas se balanceaban y chocaban entre sí.
Aquello me alegraba la mañana, era cierto, pero echaba de menos a mi amigo, que ahora se había hecho famoso, pues había ganado un concurso de cuentachistes en uno de aquellos pioneros programas basura de la tele. Todo el mundo hablaba de él ahora en Pamplona, todos reconocían su talento y tenían un colega que lo conocía, o una prima que había sido su novia... pero lo cierto era que cuando yo me paraba a hablar con él, a nadie le hacía gracia, nadie le hacía ni puto caso, excepto las vecinas, y eso únicamente para que sacara la basura o les subiera la compra a casa.
-Pero una vez que entro -decía mi amigo -, bien que cierran la puerta y dejan de mirarme por encima del hombro. ¡De rodillas, se me ponen, las muy putas, y me suplican que me las folle!
Yo, al principio pensaba que el pobre infeliz se consolaba con esas fantasías, pero un día que estaba fumando en el portal una señora pasó junto a nosotros y me hizo un escaneo de arriba a abajo, sin ningún disimulo. No le di importancia, porque ya estaba a costumbrado a que por la calle meapilas como ella miraran, con un gesto de desaprobación, mis pantalones pitillo, la chupa de cuero con cremalleras, la melena que me llegaba hasta el culo...
Aquella vez, sin embargo, a la mañana siguiente, mi amigo me dijo, guiñándome un ojo:
-¿Te acuerdas de la señora de ayer? Me preguntó si no te importaría subirle hoy tú las bolsas del Eroski.
La verdad era que la señora no estaba nada mal: unos cuarenta años, melenita rubia, elegante... Quizás el culo comenzaba a pendulearle, pero no era nada que no solucionara un vaquero ajustado (y de marca, claro)... Así que no me pareció mal la idea de hacerle un recado.
Subí hasta su piso, llamé al timbre y ella salió a recibirme con una recatada bata.
-Ah, la compra, pase, pase- dijo, sin inmutarse. Me molestó un poco que diera por sentado que yo aceptaría la invitación, pero me olvidé pronto, porque apenas recorrimos unos metros de pasillo, ella se volvió hacia mí y me estampó un repentino beso de tornillo, al tiempo que me echaba mano al paquete. Después, me separó bruscamente, con un empujón y se abrió la bata. Llevaba puesto un body con encajes, de color champán y cordeles negros y rosas. La señora, entonces, me encañonó con la mirada y dio un paso hacia mí, dispuesta a convertirme en su muñeco de carne. A mí, en otra circunstancia no me habría importado que hiciera conmigo lo que quisiera, pero me salió el orgullo obrero, sobre todo al ver en una pared una foto del que, supongo, era su marido, un conocido político bastante fachilla y trucho perdido, según decía la rumorología popular y yo mismo había podido comprobar, al verlo en alguna ocasión, mientras barría, saliendo de un conocido bar de ambiente, con la pluma totalemnte desbocada. Eso en realidad me daba lo mismo, lo que me enervaba era que aquel tipo había sido consejero de industria justo cuando cerraron una fábrica en la que yo trabajaba antes de ser barrendero y él no había movido un dedo para evitar que 200 currelas nos quedáramos en la puta calle.
Así que no iba a dejar que ahora fuera su mujer la que me jodiera, la que me usara como un trapo con el que sacar brillo a su expendiente. Claro que, a esas alturas, tampoco iba a quedarme sin untar el churro (con lo complicado que estaba). La agarré, pues, bruscamente por la cintura, la coloqué a cuatro patas y me bajé la cremallera del buzo. Escupí un par de veces en sus nalgas. Eran grandes y redondas, de un color lechoso y no pude resistirme a darle un par de chapadas. Las marcas de mis dedos se dibujaron sobre ellas perfectamente. Me puse a cien. Le arranqué el body con rabia, desgarrándolo. Debía de valer lo que yo ganaba en una semana. "Que se joda", pensé, pero después pasé la palma de mis manos entre sus piernas y comprobé que no le importaba mucho. Al contrario, el chocho se le había hecho kalimotxo. Acerqué mi boca a él y bebí a morro, durante casi un minuto. Después, una vez saciado, me aparté y comencé a follármela, prácticamente subido a su grupa.
-Sí, sí, dispara, méteme la metralleta hasta el fondo, ¿te gusta mi zulo, hijoputa? Vamos, terrorista cabrón, dispara si tienes huevos, aquí tienes mi nuca, vamos dispárame- comenzó a gritar.
Yo, al principio, me quedé algo desconcertado, pero luego también me monté mi propia película, me la follé a mala hostia, clavándole mis caderas puntiagudas como si cada empujón pudiera pinchar el globo, reluciente y brillante, por fuera y relleno de mierda y de un aire viciado e irrespirable en que que todos aquellos fachas nos hacían vivir, en esta ciudad mojigata y cabrona, donde todo funcionaba a base de enchufes y chantajes: ¿estás con nosotros, o eres un violento, un macarra, uno de "los de siempre"..?. Ese era su argumento.
-¡Radical, abertzale de mierda!- gritaba, por ejemplo, la señora, cada vez que yo le daba un meneo. O, cuando le azotaba con saña en aquel culo lechoso:
-Más fuerte, proetarra.
Al final la rematé como ella me había pedido, un poco asqueado ya de toda aquella historia, levantando su melenita y vaciando todo el cargador de mis testículos sobre su cuello y sus putos pendientes de perla...
-Y ahora me voy, tengo que seguir limpiando basura- dije, antes de salir de su casa, muy digno, pero en realidad estaba un poco acojonado, toda aquella historia era muy rara, no me gustaba, y durante unos días estuve evitando a mi amigo, el portero, y cruzándome a la otra acera cuando veía a los guardaespaldas, preparándose tiritos de farlopa sobre los capós de los coches oficiales.
Pero se me pasó pronto. Aquel fue el único polvo que eché en muchos meses. Dejé de salir, de ir los fines de semana con mis colegas a los bares "jevis", porque aquello era peor que un convento, las chicas de los demás eran intocables, y para comerse algo la única opción era emparejarse con alguna chica que acabaría convirtiéndose en la madre de tus hijos, matriculándolos en un colegio del opus y pidiéndote que te cortaras el pelo y bajaras la música del tocadiscos.
Además, ya apenas nos salían bolos para el grupo (verte encima del escenario siempre ponía canchonda a alguna fan) porque nosotros, que éramos más de Iron Maiden, nos habíamos quedado desfasados, con tanto hardcore, punk rock, trash-metal y tanta hostia moderna...
El caso es que al cabo de unas semanas de abstinencia, volví a estar más salido que un balcón, y de nuevo volví a fumar cigarrillos con mi amigo, obsesionado con follarme a la señora con un pasamontañas o metiéndole una pistola de plástico por el chumino.
Nunca pude realizar aquella fantasía, y por eso me dio bastante bajón, al volver de Cuba, ver que mi amigo se había convertido en el nuevo Arévalo y en la portería la había sustituido aquella chica con el culo temblón y tetas de cabritilla, con la que algunas semanas más tarde, sin embargo, tendría un aquí te pillo, aquí te mato, en el cuarto de las escobas. Fue lo más emocionante que me pasó durante muchos meses, hasta que poco antes de los sanfermines recibiera un paquete procedente de Alemania, con una copia de Mcpolla, la peli porno que había rodado (y no había sido un sueño) en La Habana .

RESACA



Esta es la portada de Resaca / Hank over, Un homenaje a Bukowski, el libro que está perpetrando Patxi, junto con su amigote Vicente Muñoz. Para ver si le hacen caso de una vez se ha rodeado de unos cuantos escritores de verdad, y la cosa, empezando por la portada, tiene muy buena pinta. Os transcribo la nota de prensa, que ya he visto que han colado en varios blogs. Nosotros no íbamos a ser menos.

El 11 de abril estará en todas las librerías de España la antología Resaca / Hank Over. Un homenaje a Charles Bukowski, coordinada por Patxi Irurzun y Vicente Muñoz Álvarez.

Se presentará en varias ciudades de España: Madrid ( 23 de abril ), Zaragoza ( Zaragoza, 11 de abril ), Barcelona, León, Pamplona, etc

La portada es del dibujante Miguel Ángel Martín.

En ella se dan cita 37 autores que rinden, mediante poemas y relatos, su particular homenaje a uno de los poetas y escritores que más ha influido en su escritura: Charles Bukowski, el mítico autor de Factotum, Hijo de Satanás, La senda de un perdedor, Escritos de un viejo indecente o Peleando a la contra, creador del alter ego Hank Chinaski (de ahí el guiño en el título, que juega con el nombre Hank y la expresión “Hang Over”, que significa “Resaca”)

La editorial que publica el libro es Mondadori, dentro de la colección que dirige Constantino Bértolo: Caballo de Troya.

Hemos abierto un blog con información de los autores y del mundo Bukowski: http://hankover.blogspot.com

Se prevé que la antología sacuda el panorama literario español por la numerosa lista de autores antologados en alza, que abarcan desde representantes del Realismo Sucio y la llamada Generación Nocilla, hasta cantautores y vocalistas, poetas y escritores.


Los autores reunidos abarcan edades comprendidas entre los 25 años (la más joven) y los 58 años (el mayor).

Lista de autores:

Eva Vaz, Hernán Migoya, Miquel Silvestre, Raúl Núñez, Vicente Luis Mora, David González, Sergi Puertas, Alfonso Xen. Rabanal, Karmelo Iribarren, José Angel Barrueco, José Daniel Espejo Balanza, Vicente Muñoz Álvarez, Lluís Pons Mora, Javier Marroquín, Agustín Fernández Mallo, Josu Arteaga, Pablo Casares, Kike Babas, Kike Turrón, Pablo G. Bao, Ignacio Escuín Borao, Ana Pérez Cañamares, Kutxi Romero, José Manuel Vara, Lucas Rodríguez Luis, David Murders, Manuel Vilas, Roxana Popelka, Sofía Castañón, Sor Kampana, Angel Petisme, Salvador Gutiérrez Solís, Nacho Abad, Safrika, Patxi Irurzun, Abel Debritto, Eloy Fernández Porta.

Contactos: Vicente Muñoz Álvarez: 626514858 vicentevinalia@hotmail.com y Patxi Irurzun: 630466079 patxi@cgtchiapas.org

lunes, 10 de marzo de 2008

Polla roja



Bien, pues ya hemos conseguido la prueba de la portada de La polla más grande del mundo versión bilingüe español/italiano con sus colores de verdad. Para los que coleccionen rarezas.

viernes, 7 de marzo de 2008

miércoles, 5 de marzo de 2008

Retromongoles sin fronteras




La gilipollez se ha internacionalizado. Ahora resulta que La polla más grande del mundo, el libro contra el que se abrió este blog, el que convierte en defensa propia todos sus desmanes, se ha traducido al italiano (al menos, 20 cuentos) bajo el título L,uccello piú grande del mondo. Lo edita el grupo De Agostini, y saca 15.000 ejemplares para vender en los kioskos, porque es un método de aprendizaje de español para italianos. ¿Estamos tontos o qué? Para eso, que les regalen una película de Ozores, cuando hablaba torcido. La buena noticia es que así este verano los italianos no nos levantarán las novias en la playa, porque si hablan como escribe Patxi parecerán retromongoles. Aquí os dejo con una portada de prueba del libro en cuestión que ha conseguido nuestro equipo investigador (ha salido en azul, no sé por qué, la versión original es con un fondo rojo, estamos trabajando en ello).

martes, 26 de febrero de 2008

Polla pro-etarra



Vaya, vaya, se ve, Patxi, que te puse el nivel muy alto en la famoso foto que me robaste para la solapa del libro, la de los billetes, y ahora no te quede otra remedio que hacer monerías en cada retrato que te hacen para las entrevistas (bueno, tampoco es que te hagan muchas). Esta salió en el periódico pro-etarra ese, GARA, en el que colaboraste durante algún tiempo (lo cual te convierte en entorno del entorno del entorno del entorno, no importa que acabaran echándote. ¿Garzón a que esperas?)
Bueno, no puedo añadir mucho más que el comentario que sabiamente te ha dejado alguien en Hank Over, de donde he pirateado el artículo: Estoy hasta los huevos de este imbécil. Pues eso.

Patxi Irurzun recopila en «La polla más grande del mundo» cuentos de los últimos diez años

El escritor navarro recupera en el libro publicado por Ediciones Baile del Sol 70 mini-relatos que aparecieron en fanzines y medios de prensa, entre ellos GARA. El humor y la originalidad son su sello.

K. ALMAGIA | BILBO

«La polla más grande del mundo» es una recopilación de cuentos breves, que fueron publicados por Patxi Irurzun (Iruñea, 1969) en diferentes fanzines y medios de comunicación -entre los que se encuentra este periódico- en los últimos diez años. Son cuentos muy cortos, de folio y medio, que han «sobrevivido al paso del tiempo», pese a estar planteados como colaboraciones semanales de prensa. El resultado es un libro de ágil lectura que puedes acometer de principio a fin, o bien «abrirlo por cualquier página y leerlo entre parada y parada en el autobús», según el propio autor.

Aunque ha realizado incursiones en la literatura de viajes -«Atrapados en el paraíso», sobre su viaje al basurero de Payatas, en Manila- y en la novela -«Ciudad retrete», «Cuestión de supervivencia», «Odio enamorado»- son los cuentos el género preferido de Irurzun. «Es lo que más me gusta para escribir y también para leer. Aunque a los editores no les hace gracia porque es el que menos tirón tiene y el público también es reacio, yo me quedo con el cuento, que a la hora de escribir me exige un esfuerzo de concentración menor que el de una novela», explica. En «La polla más grande del mundo» hay humor, trozos de realidad, imaginación y originalidad. «Mi obsesión era no repetirme, de ahí la variedad en el tema, en el tono y en la forma». En estos relatos, Irurzun se atreve con todo: lo mismo pone a Hitler en una situación íntima que rescata una leyenda urbana para adaptarla a su estilo. Hay mucho alcohol, drogas, sexo y rock and roll, determinado seguramente por el medio en el que se publicaron (fanzines y suplementos juveniles). «Son temas que marcaron una época de mi vida. No soy de los que voy por ahí con la libreta, pero aprovecho cualquier anécdota para volcarla luego en el ordenador. Mis amigos dicen que tengo capacidad para atraer a los tipos más raros que andan por ahí. Yo los convierto rápidamente en literatura».

En muchos cuentos está presente la televisión e incluso se atreve a fabular con la vida de los Simpson. «Si te digo la verdad, lo que me a mí me gustaría es ser crítico de televisión. Es una caja tonta, pero ahí sale de todo y para escribir te inspira muchas cosas». Precisamente, el título del libro está tomado de un cuento que habla de un «ojeador de monstruos» que busca freakies para televisión. «Como pongo en la portada, no es un título autobiográfico -ríe-. Lo elegí como reclamo, pero creo que me está causando más problemas que otra cosa, y no sólo porque a mi madre no le haya hecho mucha gracia. Muchos se creen que es un libro pornográfico y en las librerías lo tienen medio escondido».

Proyectos

Aunque el trabajo y la paternidad le ocupan todas las horas del día, Patxi Irurzun se las arregla para arrancar tiempo a la noche para la escritura. Actualmente coordina un libro colectivo en homenaje a Bukowski que publicará Caballo de Troya, a la espera de que, después del verano, salga a la luz «Ajuste de cuentos», otra recopilación de relatos. «Con ellos quiero cerrar una etapa y dejar ya el tema callejero o juvenil. Me tengo que parar a pensar qué es lo que quiero escribir». Mientras, publica en una revista de bebés cuentos de humor sobre padres, hijos y anécdotas que generan.



http://www.gara.net/paperezkoa/20080225/64426/es/Patxi-Irurzun-recopila-La-polla-mas-grande-mundo-cuentos-ultimos-diez-anos

sábado, 23 de febrero de 2008

Polvo en el espejo

Adolescencia, sexo y alcohol


Sí, mi kapuyito de alhelí, cuánta razón tienes,a estos artistas hay que zurrarles bien, que se les bajen los humos, ¿qué se creen, mejores que los demás? Sí, tenemos que desenmascararlos, que todo el mundo sepa que se chupan las pollas entre ellos, por eso solo hablan bien de sus libros (por eso y porque no los lee nadie más). Como muestra un botón, Iñaki Echarte, en su blog Extraño en md, hace una reseña de La polla más grande del mundo. Pues bien, este tipo también estuvo en la presentación de Madrid, y antes ya publicó en su revista a Patxi. Eso sí, al menos no era un gorrón, se compró el libro, según me cuenta el chivato que infiltré en el acto, y no era como los demás, no anduvo faranduleando, llegó, vio la cosa, compró el libro y se fue. Y después escribió esto. Un tío como dios manda, Iñaki.
Lo que no acepto, en lo que no te doy la razón, kapuyito (lo pongo así, como tú, una deferencia por ser, aunque algo paleta, la única que hace comentarios en este blog) es en lo de la regularidad de las entradas al blog. En mi blog yo hago lo que quiero, no te jode, no voy a permitir que me convierta en su esclavo, soy un espíritu libre y una polla dura. De todos modos, igual detrás de esta va otra entrada en la que reanudo mis aventuras por la Habana, por si te apetece hacerte otro dedo con ellas.

La polla más grande del mundo y otros 69 cuentos. Iñaki Echarte

Detrás de un titulo con doble sentido siempre suele haber sorpresas. La polla más grande del mundo y otros 69 cuentos (Baile del sol, 2008) demuestra que el cerebro humano siempre tira hacia el asunto sexual. En este libro del navarro Patxi Irurzun hay adolescencia, sexo y alcohol.
Pero también hay chistes, cartas al director y leyendas urbanas; hay humor, mucho humor. Y aún hay más mucho más de lo que se desprende por el titulo. Hay que dejarse llevar. Porque entre todo ello emerge la poesía, la belleza.

“Nevaba. Caían millones de copos blancos y ninguno igual. Como las personas. Unos eran enormes y majestuosos; otros diminutos, casi invisibles. Unos caían sobre la hierba o los tejados, donde eran bellos, otros sobre los estercoleros y el fango, mezclándose en una horrible amalgama grisácea. Y., como las personas, un día desaparecían todas, aun que unos fueran grandes y blanquísimos y otros chiquititos y
oscuros. Desaparecían sin remedio.”

Los personajes viven en un mundo sin esperanza, “un holocausto en miniatura”. Por allí desfilan personajes como Janis Joplin, uno de los mejores cuentos del libro, Adolf Hitler en su bunker, el Cojo Manteca jugando al ajedrez en Pamplona, mezclados con personajes anónimos. El autor avisa en la contraportada que el libro no es una autobiografía, sin embargo en uno de los cuentos el narrador dice: “vi con claridad
nuestro futuro […] a mí, en medio de los dos, mirando a mi alrededor y contando lo que veía mientras decidía hacia que lado del camino echaba a andar”. Esa capacidad de observación hace que los protagonistas de los cuentos sean diferentes, y que la visión del mundo y de la sociedad sea amplia y representativa.
Además, y personalmente, es un placer encontrar literatura en la que los rincones de tu ciudad te sorprendan entre las páginas. Y como buen pamplonica he sonreído al reconocer el Club Tenis, la Plaza de Toros y demás.
Los relatos, que nunca superan las tres páginas, son perfectos para hacer mas agradable, ese trayecto diario entre el trabajo y casa.

jueves, 14 de febrero de 2008

Mamada entre undergrounds



He aquí lo que se dice llama una mamada en toda regla. José Ángel Barrueco ha escrito en su blog “Escrito en el viento”, la siguiente reseña sobre “La polla más grande del mundo” (el libro, no este blog). Joder, si leyéndola hasta parece un escritor bueno, el pusilánime de Patxi… Lo que no cuenta es que el tal Barrueco es un hijo de Satanás. Vamos, que está en la nómina de escritores, por llamarlos de algún modo, que Patxi y su amigote Vicente Muñoz han reclutado para ese libro, Resaca / Hank Over en el que van a chulear el nombre de Bukowski para ver si les lee alguien más que entre ellos. Ni tampoco que Berrueco estuvo en la presentación de La polla en los madriles, según me ha contado un chota que tengo la capital y que estuvo de extranjis por allá, viendo como Patxi se las ingenió para no hacer el ridículo del todo, acompañándose de unos cuantos titiriteros más: el tal Vicente Muñoz, que presentó también su novela, El merodeador; Lucas Diaz Luis, otro de la cuerda y de la antología bukoskiana, que estuvo respirando circularmente para hacer sonar su didgeridoo; Silvia Diaz Chica, que recitó un mantra de buen rollo al público asistente (supongo que ante la que se les avecinaba); y dos cuentacuentos, Ana Grandal y María Arévalo, que dieron algo de vidilla (que falta les hace) a dos de los cuentos del mamotreto de Patxi. Uno de los cuentos, por cierto, era sin duda autobiográfico: Pajas con alhajas, en el que se cuenta la historia de un pervertido que se masturba pintándose las uñas y adornándose con pulseras, anillos, joyas, etc., y así se l imagina que se la casca una tía muy puta.
Bueno os dejo con la fellatio literaria. Ah, la foto la he cogido de un blog de Fanny Jaretón, una escritora mexicana de verdad, que le podía dar unas cuantas lecciones a Patxi, el impostor

LA POLLA MÁS GRANDE DEL MUNDO Y OTROS 69 CUENTOS

Como su título indica, Patxi Irurzun ha reunido en este volumen unos 70 relatos breves, publicados con anterioridad en distintos medios. Dado que no siguen una línea temática ni están ordenados por géneros, esa misma circunstancia convierte al libro en una verdadera caja de sorpresas. Tan pronto nos encontramos un bombón (una historia de pan y amor) o un caramelo envenenado (un ataque a la hipocresía de la sociedad), una bomba (un certero ataque al sistema) o un sobre de pica-pica (un chiste o una leyenda urbana que nos hacen soltar la carcajada).
Los personajes que protagonizan estos relatos son muy diversos entre sí: El Cojo Manteca, un panadero, El padre Karras, Homer Simpson, una presidiaria, Janis Joplin, una panda de animales, un billete que pasa de mano en mano, Adolf Hitler, un mochilero que escribe un diario, un escritor maldito, un gato al que bautizan Pelusa en honor a Maradona, una actriz porno, un poli corrupto...
Además, Irurzun experimenta con el modo de contar cada relato. A veces, lo hace mediante el mensaje que deja una chica en un buzón de voz. O con una carta al director de un periódico, escrita por una señora indignada. O aludiendo al recuerdo y a la experiencia del propio autor en sus años mozos. O mediante la confesión de un pícaro que declara ante un juez. Por si fuera poco, el telón de fondo de estos relatos cambia de continuo: bares y tabernas, escenarios de guerra, excursiones escolares, estaciones de autobuses, calles, aviones, cárceles, picaderos, playas... La diversión, la calidad y la voz crítica están garantizadas. El prólogo es de David González y la portada de Juan Kalvellido.

viernes, 25 de enero de 2008

Haciendo el chorra en Madrid


Patxi, el impostor, amplia el radio de acción en el que hacer el ridículo. Aquí os reproduzco la invitación a la presentación de su libro, La polla más grande del mundo, en Madrid.

En la foto de arriba Patxi bajando del autobús con un paquetico de libros y la fiambrera con el bocata txistorra.



Patxi Irurzun y Vicente Muñoz tienen el placer de invitaros en Madrid a la presentación de sus novedades narrativas en Baile del sol: La polla más grande del mundo y otros 69 cuentos + El merodeador. El próximo sábado 2 de febrero a las 19:30 h en la Librería Traficantes de Sueños ( Embajadores 35, local 6, Lavapiés), con música en directo, cuentacuentos y el didgeridoo de Lucas Rodríguez amenizando nuestras lecturas.

sábado, 19 de enero de 2008

sábado, 12 de enero de 2008

La ranura correcta




Patxi, Patxi... Tú siempre metiendo monedas en la ranura equivocada. Acabo de leer en el blog de Hank Over / Resaca que te han "censurado" una columna en el diario ADN. Joder, pues muy bien hecho. ¿Qué esperabas? ¿Te parece bonito hacerte publicidad a ti mismo y la basura de tu libro en un espacio que amablemente te ceden? ¿Y eso de hablar de la familia real, y lo otro de morder la mano que te da de comer (criticar, aunque sea algo canelamente, un diario del mismo grupo informativo?? Mira que podrías subirte a esa columnna y otear a tu alrededor, con la de cosas interesantes y jodidas y sorprendentes, incluso alguna hasta bonita, que hay en este mundo, y tú vás y te dedicas a mirarte las pelusas de tu ombligo, a hablarnos de ellas, como si a alguien nos importara? Pero hombre, con lo fácil que es no complicarse la vida, subirse al carrito de los medios de comunicación de masas, pagar la moneda, meterla en el sitio, no despistarse, por muy fuerte que sea la tentación...
Bah, de todos modos, seguro que estás encantado con la jugada, ahora tú también eres un escritor maldito, qué suerte, igual así hasta consigues vender alguna "polla" más ¿verdad?

En fin, para los masocas, aquí os dejo la columna de Patxi, el maldito. Tampoco es para tanto, me parece a mí.

CUTOS A CUADROS


Hay gente que dice "la gente dice que...", como si ellos no fueran gente. Son gente no-gente muy peligrosa. Lo saben todo sobre nosotros: qué música, qué programas de televisión, qué libros nos gustan. "A la gente le gusta Ken Follet", dictaminan, por ejemplo, y entras a una librería y te asustas un poco, porque solo ves los pilares de la tierra (segunda parte), como si el mundo estuviera a medio hacer. "¿Tiene usted La polla más grande del mundo?, le preguntas después a alguien, y te mira igual que a un marciano en celo. "Pues no sé, nunca me la he medido", me contestó una vez, muy atinadamente, una dependienta (si se hubiese tratado de un dependiente simplemente sería un mentiroso). Y yo tuve que explicarle que La polla más grande del mundo era el título de un libro. No le revelé, eso sí, que el autor era... yo mismo.Los escritores de culto (o sea, aquellos a los que adoran su madre y algún amigo de esos que militan en varias oenegés) tenemos que utilizar ese tipo de estrategias comerciales: desenterrar nuestro libro de entre la montaña de novedades y colocarlo a la vista; ponerle títulos escandalosos que luego se vuelven contra ti porque en el Diario de Navarra no te sacan o las amigas de tu madre no se atreven a pedirlo en Gómez; o usar tu columna en el periódico para autopromocionarte.. El caso es que hay gente a la que no le gusta lo que esa no-gente dice que le gusta a la gente; ellos tampoco son gente. Son no-gente, pero diferente a aquella otra no-gente peligrosa que decide qué le gusta a la gente (los best-sellers, los reportajes sobre la casa real, las revistas con muchas fotos porque la gente no lee...); son excepciones, raritos, perros verdes, cutos a cuadros... Son, incluso, gentuza. Esta columna va por ellos ¡Viva la gentuza! Y que la gente diga lo que quiera.